Generaciones entre los árboles:
Las crías del parque
En el corazón palpitante de la naturaleza, donde el verde abraza el cielo y cada susurro cuenta una historia, cobra vida una maravilla silenciosa: las crías de los habitantes más fascinantes del oasis. Este parque natural, guardián de la paz y la biodiversidad, se convierte cada primavera en la cuna de nuevas generaciones.
Entre las múltiples casitas-nido que se han colocado, el autillo, el búho más pequeño de Europa, llega tras una larga migración desde África y da vida a su nidada.
No muy lejos, la lechuza, discreta reina del crepúsculo, vela por sus crías con ojo vigilante y amor protector.
Los pájaros carpinteros verde y rojo excavan con maestría sus madrigueras en los troncos, donde incuban sus huevos.
Sus crías, emplumadas y curiosas, se asoman tímidamente desde el nido y exploran el mundo desde las alturas.
En el sotobosque, entre hojas y raíces, los erizos crean nidos suaves y ocultos, donde sus crías se mueven torpemente pero con ternura, aprendiendo a reconocer el aroma de la tierra.
En los prados soleados, los pavos reales muestran su plumaje real, expresando plenamente la fuerza de la primavera. Los pequeños polluelos, aún tímidos, siguen a sus padres entre la vegetación, aprendiendo los secretos de la supervivencia.
Este parque no es solo un refugio, sino también el escenario silencioso de una vida que se renueva constantemente. Cada nidada cuenta una historia de esperanza, equilibrio y misteriosa belleza.
Aquí, entre estanques, arroyos, arbustos y frondosas copas, la naturaleza escribe su futuro.
Etapa migratoria y corredor ecológico
RAASM: Combinación de innovación y sensibilidad medioambiental
RAASM nació en 1975 en S. Zeno di Cassola, comenzando con un pequeño edificio en la campiña vicentina y evolucionando hasta convertirse en la fusión de innovación y sensibilidad medioambiental que es hoy en día. A lo largo de los años, la parte productiva de la empresa ha crecido al mismo ritmo que las zonas verdes que la rodean, creando un entorno único en el que la tecnología y el medio ambiente se integran en un oasis-parque, donde las dinámicas naturales pueden expresarse libremente. Nadie lo ilustra mejor que las cigüeñas que anidan en su interior, convirtiéndose en el emblema del oasis-parque y en testimonio visible de lo que se puede lograr.
RAASM es un referente en términos técnicos y cualitativos y, además, hace una valiosa contribución medioambiental gracias al Oasis-Parque que rodea su sede de producción.
El conjunto de más de mil árboles, distribuidos en una superficie de 160,000 m², en la que se alternan prados, arroyos, cascadas y lagos, no solo constituye un refugio, sino también un importante corredor ecológico, una etapa migratoria y un lugar de nidificación para las numerosas especies animales que lo habitan.
El Made in Italy de RAASM nace en este contexto, en un entorno alejado de los estereotipos industriales, que pone énfasis en la sostenibilidad medioambiental y el bienestar social.
San Zeno di Cassola
Oasis-Parque RAASM
Cuna de la biodiversidad para las elegantes aves zancudas
Con su largo pico, sus patas delgadas y su plumaje bicolor, estas aves zancudas han quedado grabadas en el imaginario colectivo como símbolos de vida. Fábulas, leyendas populares. Sin embargo, observar a las cigüeñas construyendo sus grandes y característicos nidos suspendidos a gran altura, escuchar sus cantos y los sonidos de su cortejo acompañados de los golpes de pico, siempre despierta una profunda emoción.
Desde hace algunos años, estos majestuosos animales se han convertido en una parte integral de la fauna de la zona de Bassano del Grappa, gracias al Oasis-Parque RAASM de San Zeno di Cassola. Gracias a la pasión y el compromiso constante de Giovanni Menon, propietario, fundador y administrador de la empresa metalúrgica que da nombre al parque, la zona puede presumir de contar con un importante espacio botánico que ha hecho de la biodiversidad su principal objetivo.
Desde hace más de 35 años, las cigüeñas blancas, o cigüeñas europeas (Ciconia ciconia), conviven aquí con muchas otras especies, convirtiéndose en el símbolo de la propia empresa. Han formado una colonia que ha dejado de ser migratoria, a pesar de la naturaleza de la especie, hasta el punto de que este año se ha alcanzado un récord de 24 nacimientos.
Por lo tanto, no es una sorpresa levantar la vista y encontrarse con las sinuosas siluetas de estas aves zancudas, una especie que se había extinguido como nidificante en Italia hacia finales del siglo XIX.